En la penumbra miles de pensamientos pasan por mi mente.
Existo sin respirar, mi alma claramente se ve reflejada en ese has de luz resplandeciente.
En la penumbra existo, mi reflejo acechado por demonios, resiste infinitamente.
Un infierno oscuro, sin sonidos ni sentidos.
Mi ser claramente cansado, lucha fuertemente.
Salir de ese lugar, tristemente siento no poder lograrlo facilmente.
Siento que demonios revolotea alto.
En la penumbra de mi mente.
Y yo acostado en mi cama. Sueño; triste estoy, por no tenerte a mi lado.
Grito cristo santo, oscuro y silencioso lugar en mi inconsciente.
Como flautas soplan y ángeles volando alto, quiero poder yo mover mis manos.
En mi penumbra, cristo santo.
Deseo levantarme y dejar mi espanto.
Sobre mis venas, siento pinchasos.
Sobre mi cuerpo latigasos.
Y me veo rodeado de demonios; no descanso de mi lucha por poder vivir sin gritar ni llorar; existir una vez mas.
Y decir con palabras suaves cristo santo.
Allá voy, dejame partir hacia ese lugar que jamas vi.
Penumbra en mi mente, ahora se desvanece.
Y te veo a mi lado, que te alejas para siempre.
Me veo partir, no te preocupes.
Ya me veras otra vez, en aquel lugar que no viste jamas.
Soñaste con el, alguna vez.
Y soñaras una vez mas.
Y Ahí estaré cuando vengas.
Para decirte, no tengas miedo.
Al sonido de flautas.
Quiero que digas.
Llegue para no irme nunca mas.
Renzo Rubén Anconetani
martes, 23 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario