jueves, 30 de julio de 2009

Rocío de Sauce Viejo

Como el agua que cae
En el rocío de la mañana
Sobre las hojas desteñidas
De un sauce viejo

Con el arrullo de paz
Que impera tus pisadas
Sobre la noche mal pintada
Que enfrió todos mis huesos

Cada perla de caricia transparente
Se diluye con tu aroma
Con tu risa con tu idioma
Y yo tu niño obediente

Que contempla el silencio de tus notas
Que curan gota a gota
Mis heridas tan urgentes

Y tu ternura tan violenta mendiga majestuosa
Corre lenta y presurosa por mi boca
Agitada hasta mí pecho
Y deshace paladares cuando toca
Las raíces calcinadas de mi lecho

Y no cave la razón
Cuando mi alma se rebalsa
En tu cielo que desangra
Gota a gota
Los sentidos prisioneros de su antojo

Y mi corazón
Que poco entiende lo que pasa
Se detiene cuando clavas
Los puñales tan certeros de tus ojos

© Renzo Rubén Anconetani & Lucas Emanuel Lestard -Agosto 2009

viernes, 17 de julio de 2009

Camino sobre mi paradoja

Un día me di cuenta que quiero trasmitir mi paradoja acerca de la vida como la entiendo...
Un día imagine ser un oso gris.
La vida es un camino sin fin lleno de perjuicios y piedras a la vera del mismo. Pero es un camino lleno de oportunidades.
Por lo tanto debemos ser arrogantes. Y tu me dirás, ser arrogante es malo. Y te responderé que no. Arrogar significa pedir algo que nos corresponde. Por eso, debemos arrogarle a la vida esas oportunidades.
Y he ahí una de las tantas paradojas que esto atrapa. Porque ese es el secreto de la felicidad. Aprender a capturar los buenos momentos de la vida.
Por eso debemos imaginarnos ser como los osos. Ellos esconden un secreto que emplearemos el resto de nuestras vidas.
Nuestro camino es un largo trecho sin fin, en el cual existen piedras. Estas mismas son oportunidades de vida. Y nosotros debemos entender y aprender a atrapar las mismas.
Para esto debemos meternos en la mente de un oso.

En mi búsqueda de la satisfacción personal de conocer las verdades de la vida, llegue a la siguiente teoría.

Imaginemos ser osos. Como todo oso, sabremos pescar. Es nuestra naturaleza. Como todo oso sabremos cazar.
Como todo oso, sabremos esperar, no desesperarnos, todo a su tiempo llegará.
Y he aquí mi paradoja. Nosotros como osos nos sentaremos a la vera del río, donde rompan las olas del mismo. El cual hará que salten los peces para así nosotros a la espera de este fenómeno, como oportunistas. Por tener nuestro botín de nuestro día.

Ahora, pensemos como osos. Pero caminemos a la vera de nuestro camino. Y cuando una oportunidad salte, nosotros expectantes sabremos atraparla para así poder seguir caminando a la vera de nuestra vida.

Renzo Rubén Anconetani

miércoles, 1 de julio de 2009

Analogía de la amistad

Me dirijo a lectores a modo de expresar mi siguiente opinión.
Soy hombre poco modesto.
Mi indignación es cómo ha cambiado la sociedad al correr de los tiempos. Las traiciones son cada día mas comunes, nuestras mentes se corrompen por el simple gozo del interés personal, constantemente somos bañados por falsas promesas, ya sean políticas, sociales o culturales.
Corremos contra la corriente, y terminamos ahogados en un pozo podrido de incertidumbre de saber si lo que hacemos es correcto o no.
Nuestras rutinas se vuelven cada día menos altruistas. Negamos el amor, el sentir, el querer. Nos atamos a inseguridades sobre conocer a demás personas.
No escribo esta carta a modo de crítica política. Simplemente expreso mi opinión acerca de cómo nos comportamos y nos desarrollamos a lo largo de nuestras vidas.
Digo esto para que sepan que podemos cambiar, podemos ser mejores.

[…] Que paradoja, decimos que podemos cambiar, que podemos ser mejores. Y seguimos corrompiendo los valores que día a día debemos mejorar.
Siento en lo más profundo de mi alma que desde aquella vez ya no soy el mismo, quizás mejor persona. He aprendido a quererme un poco más, y a mantener vivos aquellos valores de los que tanto he mencionado.
Siempre tuve la certeza de saber que este mundo es no bueno para mi, tampoco para ustedes, pero tenemos que aprender a vivir en el.
Loco nadie te limpia el culo, mi analogía puede que sea brusca pero es clara.
Aquellos que alguna vez significaron algo para vos y hace poco te diste cuenta que todo fue una hermosa pintura de acuarela, que al salpicarla un poco con agua sus lienzos finamente tallados se deforman, hoy en día son el fruto de tu angustia.
Animate fiera, no es el fin del mundo. Uno paga por conocer a la gente, mas paga por conocer a sus “amigos”.
Y ese es el precio por la verdad. Y como siempre es bueno saber que es preferible tener la certeza de una verdad dolorosa. Que creerse una mentira hermosamente pintada.
Por lo tanto, por más que duela no hay que dar pasos atrás. Seguir nuestro sendero y no mirar atrás nunca.

Tanto la amistad como el amor son vienes mutuos, si no hay compromiso de ambas partes, no existe tal cosa.
Por eso aquellos días que nos sintamos mal, que sintamos que nos han traicionado o humillado, pensemos que lo mejor de lo mejor es que esa persona se fue, no esta más. Si, está bien. Te dolió loco, pero.., ¿no te parece mejor no tenerlo más, olvidarte y comenzar nuevamente a construir una muralla más fuerte?
Construir un nuevo YO, un súper yo de entendimiento, saber, comprensión y conocimiento, para así saber quienes son los que nos rodean. Y el día de mañana poder vivir sobre bases finamente construidas para poder hacer de nuestra vida, nuestro universo habitable a pesar de las controversias latentes en nuestra sociedad.

Renzo Rubén Anconetani